Lanzarote es un lugar hermoso con diferentes paisajes que pueden llegar a encantar a cualquier persona. Uno de los más renombrados es el Monumento Natural del Volcán de La Corona. Un lugar que guarda la historia de los efectos de la lava. En traslados en aeropuerto de Lanzarote te contamos más sobre este sitio y su cautivadora formación.
Un lugar protegido en Lanzarote
El Monumento Natural del Volcán de La Corona es muy conocido por tener alrededor de 21000 años de antigüedad. La forma en la que la lava trabajó creó lo que ahora es uno de los sitios más importantes en todo Lanzarote.
Esta unidad se dio gracias a la erupción de un volcán que lleva el mismo nombre que el monumento. Es uno de los lugares que se encuentran protegidos en Lanzarote y las Islas Canarias. Pues es de gran interés turístico, científico y natural.
A nivel turístico es una de las atracciones más bonitas de toda la isla. Además, por su gran extensión es un sitio ideal para hacer excursiones en Lanzarote.
En cuanto a la ciencia, se ha convertido en un lugar donde se han realizado múltiples estudios para entender la complejidad de su formación. Mientras que en lo natural se puede apreciar que muchas especies en flora y fauna hacen vida en su extensión.
Se pueden lograr distinguir dos hábitats en el monumento. A primera vista apreciarás el tabaibal, que es una formación de vegetación muy mezclado propio de las Islas Canarias. Para luego tener todo un ecosistema que se encuentra a nivel subterráneo.
Al volcán La Corona se le categorizó como un lugar protegido por la ley 12/1987, el 19 de junio. Allí fue cuando las Islas Canarias lo reconoció como Parque Natural.
Pero con la ley 12/1994, para el 19 de diciembre, se le hizo un reclasificación. En ella se designó la categoría de Monumento Natural.
Monumento importante para la cultura lanzaroteña
Lanzarote tiene la característica de contar con muchos sitios naturales marcados por la actividad volcánica. Con el tiempo, cada uno de ellos se han convertido en los lugares de mayor atractivo turístico en la isla.
Sumado a eso está que César Manrique, una figura muy importante en la isla, intervino en algunos de los sitios representativos de Lanzarote. Sin embargo, lo que siempre ha prevalecido son los espacios naturales.
El Monumento Natural del Volcán ha representado una parte importante de la cultura lanzaroteña. Ya que como muchos otros espacios de gran renombre tiene un proceso de formación curioso y característico de la isla.
En este lugar se encuentran otros sitios de interés turístico para Lanzarote. Una de los aspectos que más resaltan en la isla es la cantidad de lugares naturales que hay.
Por otro lado se tiene que el Volcán de La Corona ha servido de residencia para pequeños grupos de personas. Estos se dedican principalmente a la agricultura en esta área.
Monumento Natural del Volcán de La Corona
El Monumento Natural del Volcán de La Corona es un lugar muy característico de Lanzarote. Se encuentra ubicado en el municipio Haría y tiene una extensión de 1797,2 hectáreas. Su altura es de unos 600 metros.
Se le considera una unidad morfológica muy interesante, tanto científicamente como a nivel de paisajismo. En 1990 se le declaró como un área de sensibilidad ecológica. Lo extenso del monumento puede apreciarse desde un pueblo llamado Yé. Este se encuentra al norte de Lanzarote.
Yé tiene diferentes paradas turísticas que fueron pensadas de manera estratégica para el disfrute del paisaje que forma el Monumento Natural. Las diversas erupciones permitieron que el espacio que ocupa el volcán se ampliara.
Desde lo lejos se puede apreciar la figura de la montaña que es parte de este inmenso lugar. Para ir al volcán se debe llegar a un sendero que se encuentra justo en el centro del poblado. Luego de más o menos 30 minutos de recorrido se encuentra el caldero, desde donde podrás observar más de cerca el monumento.
Tubo volcánico de La Corona
El Tubo volcánico de la Corona es una de las partes que integran este monumento. Tiene unos 6 kilómetros de longitud y se originó por las explosiones de lava del volcán que lleva el mismo nombre.
La lava se dirigió hacia el mar, por lo que la formación del tubo apunta hacia esa área. Otros volcanes más antiguos como Los Helechos y La Quemada dejaron su paso también.
El material volcánico se detuvo en las costas. Gracias a numerosos estudios se descubrió que todo el tubo se formó en condiciones subterráneas. El recorrido del lugar es completamente lineal y no se han encontrado ramificaciones. Sin embargo, sí existen algunos sitios con doble techo como es el caso del Lago Escondido y Túnel de la Atlántida.
Malpaís
En la parte externa del volcán se puede llegar a preciar el Malpaís. Este no es más que una formación causada por un accidente del relieve. Tiene la característica principal de tener muchas erosiones rocosas con origen volcánico.
El Malpaís del monumento natural dejó una estela del comportamiento que tenía la lava mientras el Volcán La Corona estuvo activo.
La extensión de esta formación va desde la base del volcán hasta la costa donde se forma el Tubo de la Corona.
Bellezas naturales que se encuentran dentro del Volcán
Otra de las características destacadas del monumento es que dentro de este se encuentran varios sitios con mucho renombre y gran atractivo para los turistas. Algunos de los más destacados son los Jameos de Agua y la Cueva de los Verdes. Estos son unos de los lugares que debes ver al visitar Lanzarote.
Los Jameos se conectan directamente con el túnel volcánico. Contó con la intervención de César Manrique, este mantuvo el aspecto natural en el sitio, pero añadió toques con luces y construcciones rusticas.
Bastante cerca se puede encontrar la Cueva de los Verdes, donde se aprecian con claridad las huellas de las erupciones del volcán. Este lugar ofrece una visita guiada por el Túnel de la Atlántida.
Sin duda el Monumento Natural del Volcán de La Corona es un sitio muy interesante. Darse la tarea de conocerlo es una experiencia fascinante por los diversos aspectos que lo integran. Recuerda que si deseas hacer un recorrido de la mano de expertos puedes contactarnos.